Hoy, no estás para felicitarte,
hoy, no estás para abrazarte,
no estás para apoyarme,
para reírme, para quejarme.
No puedo mostrarte los logros,
no puedo comentar mis fracasos,
no puedo volverme loco,
buscándote un regalo.
Veo la fecha en el calendario,
amargamente sonrío,
amargamente tu recuerdo,
se hace vivo.
Pero, como olvidarte,
si contigo, se fue un pedazo de mi,
si la conciencia, no ha dado paso al olvido,
si años he tardado, en no reprocharme el pasado.
Recuerdo aún tu risa,
tus broncas siempre positivas,
no supe entenderlas, hasta que nos dejaste,
en una vida vacía y sin sentido.
Se, que desde algún lugar nos miras,
observas, proteges y vigilas,
más, que cruel es la vida,
no por el cambio, no por la carga.
Por apartarte de nosotros,
cuando tenías tanta vida por regalarnos.
hoy no puedo tocarte,
abrazarte, felicitarte,
por siempre mi padre.
Nos diste lo que no tuviste,
y aunque junto a nosotros no estés,
en mi corazón te guardo un escondite.
Gracias por haber sido,
por haber existido,
por educarnos,
y hacer de nosotros tu orgullo,
aunque ya hayas cruzado…
Felicidades papá.
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