Ha pasado tanto tiempo.
Escritos en papel sin sentido, rimas forzadas, versos
corruptos, papeles ardiendo. Reconocimientos, fracasos, olvidos...
Tiempo de barbecho y de actividad frenética, escritos en
cajones, en cuadernos, en teléfonos, en correos...
Hoy miro desde la distancia que el tiempo me permite
observar, las ganas, las ideas, los errores, pero sobre todo la diversión y la
ilusión.
No hace mucho me plantee dejar la actividad que me ha dado y
da tantas satisfacciones, que me permite compartir con el mundo mi creatividad,
lo que pienso y siento. A veces son poesías, otras reflexiones, relatos cortos
e incluso cosas sin sentido.
Escribir me da la posibilidad de aquietar la mente, de
entrar en una meditación activa, deshacerme del mundo y todo lo que me rodea en
ese lapso de tiempo en el que solo estamos las letras y yo. Y pensar que por abril
con las lluvias, observé los árboles, suspiré, miré los cuadernos llenos de
anotaciones borrosas y a punto estuve de abandonar.
Cosas de la vida, alguien se cruza en tu camino y te dice
"Solo se abandona si estamos muertos" sonreí, no puedo negarlo y
decidí continuar.
A día de hoy miro lo que escribo, lo que escribí y pienso en
todo lo que dejé incompleto (Cuanto trabajo) Pero ahora lo veo desde otra
perspectiva, esa que enseña que cuando haces lo que te gusta y te llena no se
llama trabajo si no diversión.
Así que hasta que muera que el show continúe y las letras
inunden la vida.
(Por eso casi después de 10 años reabro este blog)