viernes, 10 de diciembre de 2021

Reflexiones con la muerte

1. Relevo:

La luna brillaba alta en el cielo nocturno, era una noche despejada, las estrellas titilaban y una ligera brisa soplaba del Este. 

El bosque estaba sumido en silencio y la luz nocturna alumbraba un palacete medio en ruinas, en las escalinatas que se dirigían a lo que antaño fuese la entrada se recortaban 2 figuras envueltas por las sombras y una nube de humo escapaba liviana deshaciéndose hasta desaperecer en el aire.

¿No crees que deberías dejarlo?
 
- Sí, seguramente, aunque últimamente estas bastante pesado con el tema.
 
A ver, es que no me gustaría tenerte de compañía en otro estado diferente al habitual.
 
- Ya, bueno, supongo que es una especie de suicidio neuronal.
 
Miró por encima de su figura, como si leyese un cartel.
 
- ¿Qué pone?
 
¿Eh? Nada, nada, me quede pensando. Realmente el tiempo no se mueve.
 
- Oye ¿Cuánto tiempo llevamos sentados en las escaleras de este templo?
 
Uhm ¿Acaso importa?
 
- Acaso importa... No sé ¿Acaso importa que siga fumando?
 
Pues... Sí, sí importa, no es un suicidio neuronal, te estás matando realmente, no me gustaría que ese reloj fuese para atrás.
 
- Que fuese para atrás... ¿Cuánto se retrasó el reloj en mi estirpe? ¡Nada! Se fueron, te los llevaste ¿Les diste alguna oportunidad?
 
No había oportunidad y la causa fue la misma por la que te estás suicidando. ¿Crees acaso que yo decido? Es muy complicado tener que ir y venir a tantos sitios al mismo tiempo. Caronte era un afortunado que solo tenía que esperar para llenar el barco.
 
- ¿Caronte? ¿Acaso existió? Creía que era un mito griego.
 
Jajaja, ¿Mito? No, fue real, bueno sigue siendo real, solo que se retiró. Decidió que no quería seguir; todo muy complicado, ya sabes cómo es la evolución humana...
 
- ¿Me estás diciendo que nosotros le jubilamos?
 
En cierto modo ¿Cuándo dejas de creer en algo deja de existir?
 
- Supongo ¿No?
 
O sea que si dejas de creer en la gravedad ¿Deja de existir? ¿Levitas? ¿Flotas? Jajaja.
 
- Eh... No, pero ¿Qué tiene eso de símil con Caronte?
 
Simplemente dejas de creer en algo, pero no deja de existir, simplemente se olvida, pero sigue ahí, materialmente, como idea o como creencia.
 
- Entiendo...
 
Pues entiende que vosotros cambiasteis a Caronte por la guadaña y mañana puede ser otra cosa  - Que sé que existe -
 
- Bien, entonces ¿Tú también te retirarás?
 
Es posible, todo depende de cuánto tiempo tardéis en cambiar la simbología y creer en otra cosa.
 
- Vaya... Yo pensé que eras eterno.
 
El concepto es eterno, la simbología es la que cambia.
 
- Entonces ¿Por qué me llevas contigo para acá y para allá?
 
Porqué me caes bien - Y serás quien me sustituya - Y empiezan a cambiar los vientos, empiezo a ser más un cuento y una leyenda que algo real, ahora queréis algo más humano, más parecido a vosotros y menos tétrico.
 
- ¿Te vas?
 
En cierto sentido se deja de creer en mi figura, pero el concepto muerte seguirá ahí.
 
- Y yo ¿Qué pinto en todo esto?
 
Miró de nuevo por encima de él.
 
Pintas todo ¡Muérete si quieres o deja de fumar, haz lo que te dé la gana! Tu destino está sellado y unido al mío, en cierto sentido... No tardando mucho, serás la nueva imagen de la muerte.
 
- ¿Yo? ¿Un tío con chupa de cuero, un pitillo en los labios y vaqueros?
 
Sí, pero además no te los llevarás con una guadaña, si no con un beso en la mejilla.
 
- ¿Un beso? ¡Pero si yo no besaba ni a mi madre!
 
Al tiempo ¿Nos vamos?
 
- ¿A dónde?
 
A trabajar, que ya hemos descansado bastante y se nos acumula el trabajo.
 
Pisó el cigarro humeante, se levantó de las escaleras y se ajustó la cazadora.
 
- Está bien, si va a ser así tendré que aprender.
 
Ya vas sabiendo bastante... Y por cierto, este ha sido tu último cigarro.

FJBravo © 2021 

jueves, 9 de diciembre de 2021

No se abandona, hasta morir.

Ha pasado tanto tiempo.

Escritos en papel sin sentido, rimas forzadas, versos corruptos, papeles ardiendo. Reconocimientos, fracasos, olvidos...

Tiempo de barbecho y de actividad frenética, escritos en cajones, en cuadernos, en teléfonos, en correos...

Hoy miro desde la distancia que el tiempo me permite observar, las ganas, las ideas, los errores, pero sobre todo la diversión y la ilusión.

No hace mucho me plantee dejar la actividad que me ha dado y da tantas satisfacciones, que me permite compartir con el mundo mi creatividad, lo que pienso y siento. A veces son poesías, otras reflexiones, relatos cortos e incluso cosas sin sentido.

Escribir me da la posibilidad de aquietar la mente, de entrar en una meditación activa, deshacerme del mundo y todo lo que me rodea en ese lapso de tiempo en el que solo estamos las letras y yo. Y pensar que por abril con las lluvias, observé los árboles, suspiré, miré los cuadernos llenos de anotaciones borrosas y a punto estuve de abandonar.

Cosas de la vida, alguien se cruza en tu camino y te dice "Solo se abandona si estamos muertos" sonreí, no puedo negarlo y decidí continuar.

A día de hoy miro lo que escribo, lo que escribí y pienso en todo lo que dejé incompleto (Cuanto trabajo) Pero ahora lo veo desde otra perspectiva, esa que enseña que cuando haces lo que te gusta y te llena no se llama trabajo si no diversión.

Así que hasta que muera que el show continúe y las letras inunden la vida.

(Por eso casi después de 10 años reabro este blog)